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"Laia es una huérfana que lucha por salvar a su único hermano. Elias es un soldado que lucha por su libertad. Y ambos descubrirán que el Imperio solo puede vencerse desde dentro..."
Precio: 17.05 €
Páginas: 448
Seguro que esta reseña no va a ser muy completa y se me olviden cosas, porque me lo devoré en 2 días y son 400 páginas. Es como estudiar un examen de Historia el día anterior.
¿Eso quiere decir que es buenísimo? Bueno, sí; Buenísimo… tampoco hay que pasarse. Buenísima es la saga de Nacidos de la Bruma de Brandon Sanderson, pero no estamos aquí para hablar de ella. Si tienes curiosidad, te dejo aquí el enlace.
Vamos al meollo.
El libro está escrito en primera persona desde la perspectiva de dos protagonistas en dos bandos opuestos:
Elías trabaja para el bando opresor, es “un máscara” (algo así como un sicario entrenado desde niño para servir a las órdenes del Imperio), y quiere desesperadamente conseguir la libertad que se le arrebató desde la infancia. No es un angelito, porque ha asesinado, torturado, etc. Pero, y esto es muy importante, ese camino no lo escogió él, y ahora cree que tiene la oportunidad perfecta para desertar (no es spoiler, nos lo dice él mismo en sus primeras palabras).
En cuanto a Laia, una ciudadana de segunda y súbdita del Imperio, al principio pensé… “no me lo puedo creer, otra vez la chica que es guapísima, muy fuerte, valiente, pero que no es consciente de que lo es mientras el resto de chicos sí; que es insegura, que se odia por no ser cómo debería ser o cómo son los demás”. Menos mal, que esa tara se va tapando y rápido. Sobre todo, menos mal que no está todo el libro mirándose el ombligo y sintiendo lástima de sí misma sin hacer nada más que lloriquear.
Laia lucha, pero no con fuerza física, porque esa no es su arma más eficaz, y lo sabe. Prefiere empatizar y tiene miedo, pero arrojo.
Hay otros secundarios interesantes, “la cocinera”, la siempre amable Izzi, el herrero… todos me han gustado. Ahora, los compañeros de armas de Elías y Helene (la mejor amiga de éste), no terminan de dibujarse bien, es difícil hacer un perfil psicológico e imaginar sus caras.
Los antagonistas están muy bien construidos, en concreto una mujer militar llena de odio y con las manos muy manchadas de sangre. Pocas veces consigo detestar al enemigo de los protagonistas, pero es que esta mujer sin un ápice de bondad, no parece humana, parece un demonio. Es retorcida y cruel. La odias desde que te la presentan.
En cuanto a la trama, tiene muchos momentos de tensión que de verdad los vives en primera persona y estás gritando por dentro” ¡sal de ahí ya! ¡A qué esperas!” y te dan ganas de taparte los ojos, sólo que no es una buena opción a no ser que quieras quedarte en el mismo punto con una taquicardia y posterior infarto.
Hay también giros de guión, aunque me dio la sensación de que eran demasiados y un mareo para el lector.
También sobra un poco el tono adolescente del trío amoroso, parece que en una distopía juvenil no puede faltar este ingrediente para triunfar. Pero hay que reconocer que no lo aborda como los demás autores, sino que introduce dilemas morales . Entre ellos, ¿cómo se puede amar a un persona que tiene como valor máximo la lealtad sin importar lo que tenga que hacer o a quién tenga que matar?
Y esto es lo que más me ha gustado, que toca temas interesantes más allá de la historia de fantasía: la búsqueda de la verdad y el amor como el camino hacia la libertad verdadera, la capacidad para escoger y rectificar los actos violentos, la necesidad del arrepentimiento, etc. Porque para ser sinceros, hay muchas distopías que cuentan una historia para distraer y no tienen nada de contenido reflexivo.
Si a eso le añades un ritmo que no para (a veces se echa de menos poder relajarse un poco), mucha acción y giros de guión, engancha, te divierte y también lo pasas mal, pero merece la pena.
Lo mejor del libro: los antagonistas y las reflexiones sobre el bien y el mal. Que realmente transmite tensión como en las buenas películas de terror. La ambientación.
Lo peor del libro: algunos personajes no logran dibujarse bien. No se me viene a la cabeza nada más destacable.
Descripción en tres palabras: intrigas de palacio.
Puntuación: 7.5/10