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Asesinato en el Orient Express, al cine por quinta vez

Actualizado: 5 jul 2018

" Durante un trayecto del lujoso tren Orient-Express se produce un asesinato. Cuando una avalancha detiene el tren, el prestigioso detective belga Hércules Poirot sube al vehículo para investigar quién es el asesino, pero todos los pasajeros parecen sospechosos".


 

Fui al cine con muchas ganas de ver la adaptación de mi época (hay otras 4 anteriores), con las esperanzas muy altas después del subidón que nos da el tráiler con la canción de "believer" (Imagine Dragons), haciéndonos creer que esto iba a estar cargado de grandes intrigas mezclado con mucha acción y casi con apariciones como las del Agente 007.


Para ser exactos hay 3, y eso si consideramos como acción los primeros 15 minutos (de los que para mí sobran 10).


No ha sido como esperaba.


Tensión? Poca, y se echa en falta. Si tengo un asesino en mi propio vagón y no tengo forma de escapar y para colmo estoy en medio de un acantilado, no sólo no podría dormir, sino que igual cometería la estupidez de tirar andando yo sola por la montaña helada.


Y eso nos lleva a querer incluso pasar un poco de miedo, pero los protagonistas no transmiten muchas emociones, y se conforman con soltar frases muy agudas como "uno de nosotros es un asesino" y demás obviedades que el espectador ya tiene en cuenta...


Lo que no se le puede negar es la belleza que tienen las imágenes, y la inteligencia a la hora de mostrarnos dónde están cada uno de los personajes en determinados momentos. Hasta las veces que los efectos especiales parecen falsos, crean una especie de ambiente de cuento o teatrillo.

Incluso hubo un momento en el que pensé que la butaca se estaba moviendo con el traqueteo del tren, y una sensación de claustrofobia por la falta de espacio (cómo se agradecen las escenas al exterior!).


En cuanto a los personajes, de los que todos esperábamos grandísimas actuaciones. Pues algunos sí, a pesar de los pocos minutos en pantalla, y otros como que se les podría quitar la mitad de su presencia en ella.

Del grupo de los primeros están, en orden a los que más me gustaron:


1. Hercule Poirot: es el punto fuerte y a la vez el que hace decaer. Me explico. Su caricatura es perfecta salvo en algunos puntos que resulta cargante (para mí, que hay momentos melancólicos que son una excusa para que Kenneth Bragnah salga unos minutillos más).

El problema está en que tardaríamos un suspiro en contar los segundos en los que no está en pantalla, en comparación con los que su bigote husmea por por el escenario. Y eso no permite desarrollar a los demás personajes, no podemos verles en su salsa, sólo los vemos en los interrogatorios.


El espectador no se puede meter demasiado ni pensar por sí mismo cuál cree que es el asesino. Todo nos llega dado al ritmo a veces lentísimo y de repente vertiginoso de Poirot. No nos dejan jugar a buscar las pistas. No nos llega a meter en el drama. Sólo somos la sombra de Poirot, que nos lleva de un lado a otro del vagón.


2. La sospechosa que creo que brilla más, Michelle Pfeifer.

Soberbia actuación, aunque sus "intuiciones" han sido pocas en comparación con la novela original. Aquí es más una mujer buscando hombre, casado o soltero, y en el libro peca más de descerebrada.


3. La segunda sospechosa que sí que despierta más intriga, quieres saber cómo ha sido su vida, y que por desgracia no lo vamos a saber. Daisy Ridley nos demuestra que que quiere, y puede, interpretar papeles más dramáticos y más alejados de la acción o de la fantasía.


4. La criada de la princesa Dragomirov. A pensar de que no dice casi nada, y las pocas palabras que pronuncia son en alemán, sólo con sus miradas cuenta más de su forma de ser, de lo que ningún otro pasajero ha conseguido en tan poco tiempo.


5. El profesorrrr. Me da pena que esté tan desaprovechado, y que a veces de la sensación de ser una mera excusa para introducir el tema del racismo. Podrían haberle dado más protagonismo. Aún así, lo que hace, lo hace muy bien.


6. De nuestra compatriota Penélope, me gustó que realmente llegas a pensar que está loca la pobre, y que de cierto toque de humor en sus contadísimos segundos, pero no comparto que a los cristianos -y en especial católicos-, se les estereotipe siempre como unos pollos sin cabeza ni capacidad para razonar de una manera medianamente aceptable. Pero reconozco que me sacó una carcajada con su discurso sobre el alcohol.


Estos son los que me han gustado, hay otros que no me han convencido o directamente no me han gustado.


Ya termino con el defecto que la lastra: el ritmo muy lento tanto del comienzo (cuando nos presentan una y otra vez a los personajes en la estación y parece que no vamos a salir jamás), y el nudo... Madre mía, pocas veces me he aburrido en el cine, y reconozco que bostecé a pesar de luchar contra ello.


Eso sí, chapó por el final, por esa escena de acción que hizo que todo el cine saltara del asiento por inesperada, y de la forma en que se desvela todo, añadiendo puntos de la propia cosecha del director y actor Kenneth Bragnah.


 

Lo mejor de la película: el final, Michelle Pfeiffer, algunos toques caricaturescos de Poirot.

Lo peor de la película: su falta de capacidad para transmitir emociones (ni miedo, ni angustia, ni tensión), su ritmo lentísimo, las expectativas del tráiler (vendiéndonos un producto que en nada se corresponde con la película).

Descripción en tres palabras: grandes imagenes, investigación.


Puntuación: 4.5/10


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